Las penas compartidas se hacen más ligeras; las alegrías compartidas son más significativas - (María Valarini)
La verdadera libertad es poder estar solo sin experimentar soledad - (María Valarini)
No te aferres a lo que pudo haber sido y no lo es, suéltalo - (María Valarini)
martes, 16 de junio de 2009
sábado, 13 de junio de 2009
Creemos que...
- Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son inspiradas por Dios y son la revelación de Dios para el hombre, la regla infalible y autoritaria de fe y conducta.
- Hay un solo y único Dios verdadero, revelado como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y quien se ha revelado como el eterno "YO SOY", el Creador del cielo y de la tierra y Redentor de la humanidad.
- El hombre fue creado bueno, justo y perfecto; porque Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Sin embargo, el ser humano por su propia voluntad cayó en transgresión, incurriendo así no sólo en la muerte física sino también en la espiritual, que es la separación de Dios.
- El hombre creado por Dios y descarriado en el pecado necesita de salvación. Los requisitos para la salvación son: arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo, esto es, aceptarlo como Señor y Salvador.
- La ordenanza del bautismo en agua por inmersión es para todos los creyentes que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor. De esta manera declaran ante el mundo que han muerto con Cristo y que han sido resucitados con Él para andar en nueva vida.
- Todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, según el mandato del Señor Jesucristo.
- El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo se evidencia con la señal física inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu los dirija. Es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo que opera en el creyente.
- La santificación es un acto de separación de todo lo malo, y de dedicación a Dios. Reconocemos la experiencia de una santidad instantánea y la manifestación de una santidad progresiva.
- La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por el Espíritu Santo en la tierra; en el cielo es la Esposa del Cordero. La Iglesia es la encargada de llevar a cabo su gran misión: anunciar las virtudes de Cristo. Todo creyente, nacido del Espíritu Santo, es parte integral de la Asamblea General e iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los cielos.
- La resurrección de los que han muerto en Cristo y su arrebatamiento junto con los que estén vivos cuando ocurra la segunda venida del Señor es la esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia. La segunda venida abarca dos fases: el arrebatamiento de la Iglesia con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los creyentes en Él; y posteriormente el regreso de Cristo a la tierra en gloria.
- La segunda venida de Cristo que incluye el rapto de los santos, seguido por el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años en el inicio de este reino, el diablo será encadenado y la Iglesia reinará con Cristo en el tierra, en el milenio.
- Habrá un juicio final en el que los pecadores muertos serán resucitados y juzgados según sus obras.
- Habrá un cielo nuevo y una tierra nueva. Esta será la nueva creación de Dios para su pueblo. Es allí donde reinará Cristo, en eternidad, con su Iglesia. Será un reino de justicia, gloria y libertad.
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