miércoles, 11 de noviembre de 2009

¡Se nos viene el 2012!

Por Pablo Santomauro
Un buen amigo que se gana la vida repartiendo botellas de cinco galones de agua a domicilio me comentó que la gente ya está comprando más agua que de costumbre con vistas al cataclismo anunciado para el 21 de diciembre de 2012, fecha que marca el fin de otro ciclo de 394 años del un calendario maya que comenzó en 3114 a.C.
Yo le dije a mi amigo que le preguntara a esta gente qué habían hecho con toda el agua que compraron para sobrevivir la catástrofe del comienzo del año 2000, el famoso Y2K. Personalmente, no veo la necesidad de comprar agua. A juzgar por la película “2012” de Columbia Pictures, habrá abundante agua para todos ya que alrededor de todo el planeta habrá olas gigantes que cubrirán hasta los Himalayas al mejor estilo Al Gore. El mismo film muestra las catedrales del Vaticano derrumbándose y haciendo papilla a los feligreses, un tsunami que en su cresta transporta un portaviones que se estrella contra la Casa Blanca (el sueño de todo musulmán comprometido con su causa), y Los Angeles siendo pulverizado y arrojado al océano Pacífico. Como no podía ser de otra manera, los lambiscones de Columbia Picture no incluyeron ninguna escena donde la Caaba (Kaaba) es destruida por una tormenta de arena o la cueva de bin Laden se desmorona en un terremoto, no sea cosa que los musulmanes se ofendan. Por otro lado, estos serviles no tuvieron ningún problema en mostrar una estatua de Jesús resquebrajándose en medio del cataclismo. Bueno, a lo mejor la razón para no ofender a la “religión de paz” del Islam es que los productores y el director no quieren terminar como el director holandés Theo van Gogh, acuchillado y baleado por un pacífico musulmán mientras paseaba en bicicleta por las calles de Amsterdam.
Como no podía ser de otra manera, muchos son los que están tomando ventaja de la ocasión. De aquí al 2012 se seguirán publicando libros, haciendo películas y vendiendo artículos de primera necesidad, toda una industria. Yo estoy ansioso por ver lo que los sátrapas de TBN y Enlace TV inventarán para quitarle la lana a sus ovejas. Se necesita mucho ingenio para convertir un calendario de una cultura pagana de sanguinarios salvajes en algo que estos pseudocristianos puedan explotar económicamente, pero no dudo que encontrarán la forma.
Claro que las interpretaciones de lo que ocurrirá en 2012 difieren. Unos anuncian el fin del mundo y otros el comienzo de una era de paz, armonía y positivismo. Yo me animo a profetizar que el 21 de diciembre de 2012 millares de personas despertarán a la realidad de que faltan sólo 4 días para Navidad y saldrán desesperados a abarrotar las tiendas para comprar regalos y los consabidos arbolitos.
Mientras llega la fatídica fecha, con seguridad la angustia continuará creciendo. Es en estas situaciones que ser cristiano marca una diferencia fundamental con el resto del mundo. Primero que nada, sabemos que el retorno de Cristo es inminente y puede ocurrir en cualquier momento. Segundo, sabemos que nadie conoce la fecha exacta. Cuando alguien nos da una fecha, de lo único que podemos estar seguros es que la persona está equivocada, además de ser un falso profeta. Tercero, no hay posibilidad ninguna de que Dios le haya revelado una fecha a una civilización de salvajes que con seguridad se hubieran extinguido entre ellos de no ser por la llegada de los españoles, con sus defectos y todo. Cuarto, nos podemos reír de todos los programas de National Geographic, Discovery Channel y otros, con sus documentales barnizados de falsa erudición que reclaman “explorar” los misterios del calendario Maya. Ni qué decir de la murga de astrólogos, adivinos, brujos, videntes, y científicos (que los hay) con sus cálculos y predicciones absurdas. Están buscando el dinero de las masas. Aprovechemos el tiempo para predicar el evangelio y por qué no, el inminente retorno de Cristo a juzgar al mundo. Desafortunadamente, la expectativa de la Segunda Venida de Cristo ha casi desaparecido de los púlpitos, y por ende, del corazón de los cristianos.
En cuanto a los inconversos, alguien dijo que hemos dejado de creer en Dios, pero no hemos dejado de creer en nuestros temores. Nuestro mensaje para el incrédulo que tiembla ante la fecha del 2012 es éste: De no arrepentirse y venir a Cristo en fe, su angustia de ahora palidece ante la angustia que usted sentirá en el infierno de la condenación eterna. Las imágenes allí serán peores que un tsunami global, platos voladores destruyendo a New York con rayos laser, o Hugo Chávez siendo elegido presidente sudamericano.

martes, 10 de noviembre de 2009

¿Un pueblo palestino?

En la actualidad, hacerle entender a esta generación moderna que el “pueblo palestino” no califica para ser llamado pueblo, sino que es un conjunto de árabes que hace unas décadas llegaron en gran número a la región llamada Palestina atraídos por las fuentes de trabajo que los judíos estaban creando con su esfuerzo y capital, es una tarea con muy pocas posibilidades de éxito. Este grupo de inmigrantes va ahora en camino de convertirse en una nación independiente en una región que no le pertenece, gracias a la debilidad del gobierno de Israel y la complicidad de los gobiernos del mundo que apoyan cualquier cosa que vaya contra los intereses del pueblo judío.

Ya hace decenios que venimos escuchando en diferentes medios y por diferentes voces, frases, títulos y pantallazos informativos tales como: “Reacción israelí desproporcionada”, “Cientos de muertos en Gaza por el ataque israelí”, “La ONU condena las acciones de Israel”, etc. Otros títulos son más dramáticos pero igual de acusatorios: “El bloqueo israelí afecta a los obreros palestinos”, “La mujer palestina y sus penurias”, “Niños palestinos asesinados por tropas israelíes”, “Cómo afecta mi vida la ocupación israelita (testimonio de un ciudadano palestino)”, etc. A los que sabemos que los mayores medios de comunicación, sean revistas como Newsweek, periódicos como Los Angeles Times, o cadenas televisivas como la BBC, CBC (Canadá), ABC, NBC, CBS y CNN, padecen en sus cúpulas del popular virus antisemita, junto con la infatigable tendencia liberal a editorializar en lugar de informar, no nos sorprende que estos medios de propagación ideológica hayan podido adoctrinar a generaciones enteras a lo largo y ancho del mundo. Es por ello que las encuestas de los últimos años indican que una mayoría de gente piensa que los palestinos son un pueblo con sus características particulares, que han estado en el mismo territorio por cientos, sino miles de años, que sus reclamos sobre la tierra son legítimos, y que son víctimas de la “ocupación israelí”, entre otras cosas.

En lo personal, no nos sorprende que el público en general se engulla estas historias. Toda esta dosis de desinformación no hace más que echar combustible a la ignorancia tradicional del hombre de la calle. No podíamos esperar nada diferente del hombre que la Biblia llama “natural”, o sea que no tiene una relación con Dios. Lo que sí nos sorprende y entristece, es que muchos que reclaman ser cristianos se han subido al mismo vagón del antisemitismo y ven a Israel como responsable directo del conflicto. Muchos cristianos tienen una visión distorsionada de la situación, visión que choca con la realidad y con su profesión de fe cristiana. No me estoy refiriendo a los grupos de sectores cristiano-liberales como la Iglesia Presbiteriana USA, Iglesia Episcopal USA, United Church of Christ, Disciples of Christ, la Iglesia Evangélica Luterana, la misma iglesia católica y toda la gama ecuménica del WCC, el Concilio Mundial de Iglesias. De ellos no podíamos esperar otra cosa, ya que no se cansan de abrazar a los palestinos y condenar a Israel. Pero hay otros cristianos de doctrina tradicional y ortodoxa que a pesar de manejar una doctrina sana en lo que tiene que ver con los esenciales del cristianismo, cuando se trata de Israel y de la situación con los palestinos, muestran ya sea una indiferencia total, una ignorancia proverbial, o lo que es peor, una posición totalmente anti-Israel. Es como si el Espíritu de Dios no hubiera podido penetrar aún las fortalezas que guardan la resaca ideológica acumulada antes de su conversión a Cristo. En lo personal, he encontrado que existe en algunos sectores evangélicos un antisemitismo endémico expresado en conceptos como “los judíos mataron a Jesús”, “la política agresiva y expansionista de los israelíes”, “los judíos controlan la economía de los EEUU y del mundo”, “la causa de los palestinos”, etc.

La idea de que la Iglesia ha suplantado a Israel vuelve a ser popular en estos días en filas evangélicas y como consecuencia no nos asombra que entre cristianos aun se usen expresiones como “pueblo palestino”. ¿Un pueblo palestino?
Pasamos ahora a desmantelar una serie de conceptos erróneos manejados por el establecimiento anti-semita para justificar los reclamos de los “palestinos” y criticar a Israel.

MITO
Los palestinos son descendientes de los antiguos canaanitas, habitantes de Canaán.
REALIDAD
Las tribus canaanitas (heteos, jebuseos, amonitas, etc.) fueron asimiladas por el pueblo judío y dejaron de existir como canaanitas luego del siglo VIII a.C. — El único pueblo cuyo linaje puede trazarse hasta los canaanitas es el pueblo judío, no los “palestinos”.[1]

MITO
Los palestinos son descendientes de los antiguos filisteos. Prueba de ello es que el vocablo “palestinos” deriva etimológicamente de la palabra “filisteo”, nombre del cual procede la nomenclatura de la región llamada Palestina en el siglo I d.C.
REALIDAD
Es correcto que “palestinos” y “Palestina” derivan de “filisteo”. Lo falso es que los palestinos de hoy sean los descendientes de los antiguos filisteos. Cuando en el siglo I el emperador romano Adrián decide cambiar el nombre de Judea a Palestina, lo hace en represalia contra los judíos. Motivado por su odio a los judíos, revisa la historia y descubre que los filisteos eran enemigos de los judíos. Es entonces que nace “Palestina”, nombre jamás usado antes para esa región [2]. Cabe señalar que para ese entonces los filisteos ya eran un pueblo extinto [3].

MITO
Los “palestinos” han vivido en esa región por cientos, sino miles de años.
REALIDAD
“No existe una solitaria villa en treinta millas alrededor…… se puede viajar por diez millas y no ver más de diez seres humanos. Nazaret está abandonada….. Jericó es una ruina desolada…… Belén y Betania, en su pobreza y humillación …… desprovista de la presencia de criaturas vivientes….. Un país desolado….. una expansión silenciosa, doliente….. no vimos un solo ser humano en toda la ruta…… Apenas un árbol o un arbusto achaparrado de vez en cuando. Hasta el olivo y el cactus…… amigos de los suelos áridos, han casi desertado del país….. Palestina está sentada en cilicio y cenizas….. desolada y sin atractivo…..” (Mark Twain, “The Innocents Abroad”, año 1867) [4]

MITO
Los palestinos son, hablando históricamente, los antiguos habitantes de la Tierra Santa.
REALIDAD
Si los palestinos son los habitantes originarios de la Tierra Santa, ¿por qué el nombre “Palestina” o la mención de un pueblo palestino no aparece en ningún documento de la antigüedad de ninguna civilización previa al primer siglo, ni siquiera la de los romanos, que fueron los que inventaron el término? ¿Por qué no hubo ningún grupo o líder palestino que luchara contra la ocupación romana como lo hicieron los judíos? ¿Por qué no hay mención de un pueblo palestino en el Corán? Parece que Mahoma nunca conoció un solo palestino durante su vida, ni tampoco sus sucesores. La historia, incluso la historia musulmana, niega la existencia de un pueblo palestino a través de los siglos.
Palabras de Walid Shoebat, conocido ex-terrorista miembro de la OLP: “¿Por qué es que en Junio 4, 1967, yo era un jordano y me transformé en un palestino de la noche a la mañana? De pronto fuimos palestinos, quitaron la estrella de la bandera jordana y tuvimos una bandera palestina”. “Cuando finalmente me di cuenta de las mentiras y los mitos que me enseñaron, fue mi obligación como hombre justo decir la verdad” [5].

Conclusión:
Los palestinos no son un pueblo, ni antiguo ni moderno. Palestina es una nación tan real como lo es Disneylandia. Los “palestinos” nacieron de un día para el otro, luego de la guerra de los seis días de 1967. Étnicamente, los “palestinos” son árabes. Su número aumentó de apenas 141.000 en 1882 (cifra del censo oficial turco otomano) a 650.000 en 1922 y por encima de 1 millón en 1938, o sea un aumento del 800 % en 56 años. La tasa de crecimiento natural en 1944, de acuerdo con “fuentes árabes”, fue de 334 cada mil habitantes por año. Un poco sospechosa si se considera que fue tres veces mayor que la correspondiente al Líbano y Siria en el mismo año, y cuatro veces mayor que la de Egipto, una de las mayores en el mundo. ¿De donde aparecieron tantos árabes? Toda la evidencia señala hacia los estados árabes vecinos, Egipto, Siria, el Líbano y Jordania. En 1922, el gobernador británico del Sinaí anotó que “la inmigración ilegal no provenía solamente del Sinaí, sino también de Transjordania y Siria [6]. La verdad es que toda esta inmigración árabe fue motivada por los judíos que retornaban a su tierra creando industrias, convirtiendo los pantanos en tierra fértil, levantando construcciones por toda la tierra, y creando mano de obra codiciada por los árabes que inmigraron de los países circundantes donde no podían mantener un nivel de vida decente. Estos y sus descendientes son los que hoy reclaman ser “palestinos”, acusan a Israel de ocupar sus territorios y reclaman un estado independiente. ¡Bonita forma de agradecer a los judíos! Pero esto es sólo una pequeña ventana al corazón de esta gente.
Nota: Para una ampliación de los conceptos expuestos en la tabla, sugerimos leer las notas al final del trabajo.

Rompiendo el código de silencio
La siguiente es información básica que la mayoría de los medios de comunicación no le proveen:
1. La nación de Israel nace en 1312 a.C., dos mil años antes del nacimiento del islam.
2. Los refugiados árabes comienzan a identificarse como parte de un pueblo palestino en 1967, veinte años después del establecimiento del moderno estado de Israel.
3. Desde la conquista judía en 1272, los judíos tuvieron dominio sobre la zona por mil años con una presencia continua en la tierra por los pasados 3000 años.
4. El único dominio árabe comenzó con la conquista en el 634 d.C. y no duró más de 22 años.
5. Por más de 3,300 años, Jerusalén jamás ha sido la capital de ninguna entidad árabe o musulmana. Aun cuando los jordanos ocuparon Jerusalén, nunca procuraron hacerla su capital, ni los líderes árabes jamás la visitaron.
6. Jerusalén es mencionada más de 700 veces en el Antiguo Testamento (las Escrituras judías). Ni una sola vez en el Corán.
7. El rey David fundó la ciudad de Jerusalén. Mahoma nunca estuvo en Jerusalén.
8. Los judíos oran en dirección a Jerusalén. Los musulmanes oran con su espalda hacia Jerusalén.
9. Refugiados “palestinos” — En 1948, los refugiados árabes fueron aconsejados por los líderes árabes para que salieran de Israel con la promesa de que los judíos serían “echados al mar” o “purgados de la tierra”. Luego que tan “noble propósito” fuera logrado, podrían regresar y apoderarse de las propiedades que los judíos dejaran atrás. El 68 % de estos árabes salieron de Israel en una maniobra fríamente calculada. Cuando quisieron volver después de la victoria judía, como las lealtades ya estaban definidas, el estado de Israel justamente les negó la entrada.
10. Los refugiados árabes comparados con los refugiados judíos: Los refugiados judíos fueron forzados a huir de tierras musulmanas debido a la brutalidad y persecución musulmana. El número de refugiados árabes que salió de Israel en 1948 fue alrededor de 630.000. El número de refugiados judíos que tuvieron que salir de tierras árabes fue aproximadamente el mismo número.
11. Los refugiados árabes no fueron absorbidos o integrados por las naciones árabes a las que se desplazaron INTENCIONALMENTE. De los 100 millones de refugiados en el mundo, desde la Segunda Guerra Mundial hasta el presente, los refugiados árabes son los únicos que no han sido absorbidos por sus propias naciones. Los refugiados judíos han sido totalmente absorbidos dentro de Israel, un país del tamaño de El Salvador.
12. El conflicto Árabe – Israelí: Los árabes constituyen ocho naciones separadas, no incluyendo los “palestinos”. Hay sólo una nación judía. Las naciones árabes iniciaron las cinco guerras y en todas fueron derrotadas. Israel se tuvo que defender las cinco veces y en todas triunfó.
13. La Cartas Magnas de la O.L.P y Hamas. aún llama a la destrucción del estado de Israel . Israel le ha dado a los “palestinos” Gaza, ha desalojado a los colonos judíos de sus tierras, y aun persiste, equivocadamente en nuestra opinión, en entregarles casi todo el “West Bank”.
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Notas:
[1] Los canaanitas nunca formaron una especie de estado organizado a pesar de conservar un tipo de alianza tribal. Cuando los primeros hebreos llegaron a Canaán compartieron la tierra con ellos pero no se casaron con los canaanitas. Más adelante, los hijos de Jacob se casaron con mujeres canaanitas con excepción de José, quien tomó por esposa a una egipcia. Ya para cuando los israelitas toman la tierra de Canaán luego del Éxodo, y en el período subsiguiente de los Jueces entre guerra y guerra, la mezcla entre canaanitas y judíos se hizo más pronunciada. Cuando el rey David finalmente los subyuga, la diferencia entre canaanitas e israelitas se hace muy tenue, al punto de que en la época que sigue, la de los Reyes, la asimilación de los canaanitas por el pueblo judío es prácticamente total. Cuando los asirios conquistan el reino del norte, Israel, no separaron a un lado a los canaanitas. Estos ya eran israelitas para ese entonces. Lo mismo sucede cuando los babilonios conquistan el reino de sur, Judá. Esto quiere decir que los canaanitas no fueron aniquilados sino asimilados y llegaron a ser parte integral del pueblo judío.
Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

[2] Un territorio llamado Palestina — Masada fue el último bastión de los judíos en caer ante los romanos. Luego de la tragedia de Masada (77 d.C.) quedó sellada en la historia la dispersión del pueblo judío por el mundo. La región donde tuvo lugar esto fue conocida con el nombre de la provincia de Judea, y no existe ninguna prueba documentaria de que fue llamada “Palestina” antes de eso. El emperador Adrián, tremendamente disgustado con la nación judía y decidido a borrar de la historia la memoria de Israel y Judea, procedió a denominar la provincia romana con el nombre de “Palestina”. ¿Por qué tal nombre? Revisando la historia, el emperador descubrió que en el pasado existió un pueblo extinto para ese entonces, llamado “filisteo”, enemigo de los judíos. De acuerdo con el deletreado latino, acuñó el nombre de “Palestina”, flexiblemente derivado de “Filistina”, y lo adjudicó a la región. La idea era crear un nombre que fuera una afrenta para los judíos y al mismo tiempo borrar todo vestigio de la historia del pueblo hebreo.
Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

[3] Lo único que los palestinos modernos tienen en común con los antiguos filisteos es que ambos fueron invasores, ambos llevaron a cabo una ocupación de territorios que no les correspondían. El significado de “palestinos” es exactamente eso, invasores, o peleshet, del verbo “pelesh”, significando “divisores”, “penetradores”, o “invasores”. Los filisteos (los pelesati) eran originarios de la isla de Creta. Siendo gente de mar llegaron hasta las costas del sur de Canaán donde se les llamó “Pelestim” y “Keretim”. El primer territorio que ocuparon fue Gaza, una franja de territorio junto al Mediterráneo algo más ancha que la moderna Gaza. Nunca llegaron a ocupar ninguna tierra relativamente cercana a Jerusalén, Hebrón y Jericó. Esto deberían tenerlo en cuenta los palestinos que tienen la pretensión de que Jerusalén les pertenece. Si los antepasados de los palestinos son los filisteos, como algunos reclaman, la audacia de reclamar Jerusalén para ellos es una burla al mundo entero. Los filisteos fueron en última instancia derrotados por David y reducidos a un grupúsculo insignificante. Los mejores de sus guerreros fueron escogidos para constituir la guardia personal de David. El resto fue avasallado por Sargón II de Asiria, desapareciendo consecuentemente de la historia para siempre. Conclusión: No existe una sola persona que pueda reclamar hoy lazos sanguíneos con los filisteos.
Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

[4] ¿Dónde se escondieron los palestinos que Mark Twain no los pudo ver? ¿Dónde estaba este antiguo pueblo palestino en 1867? Por más declaraciones y documentación relativa a la desolación de la tierra de Palestina durante siglos, ver:
Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

[5] Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

[6] “En 1930, el Hope-Simpson Report, patrocinado por decreto británico, declara que “la lista de desempleados es aumentada por los inmigrantes del Trans- Jordania” y ‘la inmigración ilícita proveniente de Siria a través de la frontera norte de Palestina es una realidad’.” “Los árabes mismos dan testimonio de este hecho. El gobernador del districto sirio de Hauran, Tewfik Bey el Hurani, admitió en 1934 que en un período de unos pocos meses más de 30.000 sirios de Hauran se había desplazado a la tierra de Israel”. “El mismo primer ministro británico, Winston Churchill, notó la corriente árabe. Churchill declaró que “lejos de ser perseguidos, los árabes se han agrupado y multiplicado en el país.” En lugar de relegar y desplazar a los árabes, como se reclama por parte de ellos, los judíos constituían la misma razón por la cual los árabes se instalaban en Israel. Los trabajos ofrecidos por las nuevas industrias sionistas y la agricultura los atraía, de la misma forma que la industria y la construcción provee en el día de hoy la principal fuente de ingresos para la mayoría de los árabes en Israel.”
“Malcom MacDonald, uno de los principales autores del British White Paper de 1939, el cual limitaba la inmigración judía a Israel, admitió que de no ser por los judíos, la población árabe hubiera sido en ese entonces, menos de la mitad de lo que era. Hoy, cuando debido a la reciente “intifada”, los árabes menores de 35 años de edad de los territorios son restringidos de entrar a trabajar dentro de los límites de Israel previos a 1967, el desempleo ha subido a más de 40 %. La mayoría de los árabes depende para vivir de la ayuda europea. No solamente los habitantes árabes de la tierra de Israel mienten cuando dicen que son nativos de la tierra, sino que muchos pseudo palestinos de renombre son nacidos en el extranjero. Edward Said, un profesor de literatura y propagandista mayor de los palestinos, por mucho tiempo dijo que había crecido en Jerusalén. Sin embargo, en un artículo del Commentary Magazine de setiembre 1999, Justus Reid Weiner reveló que Said en realidad creció en el Cairo. Esta verdad fue luego admitida sin remedio por Said. Pero para qué perdemos tiempo con Said, si tenemos a Yasir Arafat, el recientemente fenecido y autodeclarado “líder del pueblo palestino”; siempre reclamó haber nacido y crecido en Palestina. Lamentablemente para él, el autor biógrafo Richard Hart, así como la BBC, reportan que Arafat nació en el Cairo en agosto 24 de 1929, y allí fue donde creció.”
“Para mantener viva la farsa de la población nativa de la zona, los propagandistas árabes se ven necesitados de hacer algo más que solamente reescribir la historia. Parte de este reescribir incluye el cambiar de nombre a zonas geográficas. Por ejemplo: por 2000 años, la zona montañosa central de Israel fue conocida como Judea y Samaria, tal como cualquier mapa de la época medieval lo constata. Sin embargo, el estado de Jordán ocupó la región en 1948 y la bautizó con el nombre de West Bank. Este es un nombre muy cómico para una región situada en la parte oriental o este del país. Solamente puede ser llamada West (oeste) con referencia a Jordán. Pero esto parece no estorbar a la mayoría de las agencias de información que cubren las noticias de la zona, y que están de acuerdo universalmente en nombrar la región con el nombre que le dieron los jordanos.” [Myth Of The Palestinian People, http://www.middleeastfacts.com/Articles/myth-of-the-palestinian-peo...]
“Debido a que ningún otro pueblo había establecido un territorio nacional en “Palestina” desde que los judíos lo hicieron 2000 años antes, los Británicos “miraron en forma favorable la creación de un territorio nacional judío en TODA Palestina. Los judíos ya habían comenzado una inmigración en masa hacia Palestina en el decenio de 1880 con el propósito de eliminar los pantanos y la malaria preparando el renacimiento de Israel. Este esfuerzo para revitalizar la tierra atrajo una inmigración igual de numerosa de árabes desde las áreas vecinas, motivados por las oportunidades de empleo y mejores condiciones de salubridad.
Myths, Hypotheses and Facts, http://www.imninalu.net/myths-pals.htm

Por Pablo Santomauro

domingo, 8 de noviembre de 2009

El barrendero, el encarcelado y el ladrón

Desempleados con diplomas universitarios se anotan para trabajar como barrenderos de calles, con un salario de $273.48 por mes . Mientras tanto, los asesinos encarcelados reciben del gobierno una “ayuda por reclusión” de $ 423.15 mensuales.
El periódico de izquierda Folha de São Paulo, anunció que la apertura de 1400 plazas para barrenderos en la ciudad de Río de Janeiro atrajo 45 candidatos con doctorados, 22 maestros, 1026 personas con títulos universitarios. De los 109,193 aspirantes, más de 5,000 estudiaron en universidades.
No obstante, el periódico aclaró: "Los años de estudio no les dará ventaja en la decisión final. La selección se realiza por medio de pruebas físicas, tales como barra gimnástica, abdominales y carrera".
El trabajo de barrendero ya no es fácil ni para los pobres. Sin embargo, la situación económica está tan difícil, que incluso los que estudiaron en universidades para lograr una mejor posición en el mercado laboral no ven nada en el horizonte, excepto un trabajo como barrendero con un sueldo de $ 273.48 mensuales.
Lo difícil no es sólo encontrar un empleo con exigua remuneración. Lo peor es ver como el sudado y sufrido salario acaba en manos de un gobierno piraña. Se estima que la carga de los impuestos sea casi el 40% de los ingresos del brasilero. Este hecho destaca que casi la mitad del salario anual del trabajador está siendo arrebatado por el estado.
De esa manera, el brasilero, con familia para mantener, debe entregar sus impuestos a la explotación tributaria. Aun ostentando un título universitario, eso no le garantiza mejor trabajo que el de un barrendero. A pesar de que nació en Brasil, país supuestamente democrático e independiente, esto no lo exime de la esclavitud tributaria.
Esta dura realidad de los trabajadores contrasta con los privilegios que el gobierno da a los delincuentes que no trabajan. Desde que asumió el cargo en 2003, el gobierno de Lula ha estado dando “ayuda por reclusión", por el valor de $ 423.15 mensuales para los dependientes de los asesinos, violadores, etc.
Veamos ahora la diferencia entre: presidiarios y desempleados (aspirantes a barrenderos). Incluso con un doctorado, se puede acabar teniendo que elegir un trabajo como barrendero, percibiendo sólo $273.48 mensual para mantener la familia. Pero si usted mata a alguien y es detenido, su familia tendrá derecho a $ 423.15 por mes. Es decir, el preso tendrá excelente comida gratis sin tener que trabajar, y sus dependientes ganarán mucho más. Los 109,193 aspirantes a barrenderos, si llegaran a conocer estas verdades, podrían acabar siendo muy tentados por la "inocente oferta " del Gobierno.
Y mientras las familias de las víctimas sufren privaciones extremas, los que reciben ayuda estatal son las familias de los delincuentes. Esto es esencialmente el sistema socialista de la redistribución de las riquezas, donde el gobierno le roba a los trabajadores a través de los excesivos impuestos, y provee una pequeña cantidad para sus aberrantes políticas insanas. Lo restante se usará para alimentar la obesidad inmoral de políticos corruptos.
Hace dos siglos, Tiradentes, uno de los próceres independentistas de Brasil, estaba indignado porque el gobierno portugués cobraba el 20% de impuesto a su colonia, Brasil. Tiradentes decía que esto era un robo y una de las razones por la que luchaba por la independencia del país. Hoy en día, con un agujero en las finanzas y el robo del 40%, nadie quiere hablar de la independencia de Brasil, y muchos prefieren aguantarse los peores puestos de trabajo y sostener las sinvergüenzuras de los ladrones estatales, mientras los delincuentes en el Congreso Nacional y en las cárceles viven muy bien a expensas de los trabajadores y desempleados que han perdido el deseo de luchar. Estos esclavos, que mal pueden mantener sus familias, están orgullosos de ser brasileros. Pero dudo mucho, que viendo el país tal y como está en el presente Tiradentes hubiera podido sentir algún orgullo. Después de dos siglos, los brasileros siguen sin independencia, víctimas perennes de los elevados y criminales gravámenes estatales.
Después de todo, el hijo de Dios se siente orgulloso de ser ciudadano del Reino de Dios. Allí no hay impuestos del 20 o 40% que roban nuestro sudor. No existe la esclavitud. No hay redistribución de la renta, sólo la necesidad de ayudar a los desprovistos, y eso por nuestra propia elección y decisión. Y cuando el Rey Jesús quiere ayudar, Él tiene sus propios recursos. El Rey Jesús no nos despoja para dárselo a otros, sino que siempre nos da la opción de usar nuestros recursos para ayudar a los demás. Muy diferente de los reyes de este mundo que quitan nuestros albedrío, libertad y recursos, con las más tramposas excusas.
Observando los beneficios de la vida criminal, ¿quién sería el delincuente desquiciado que intercambiaría los fáciles $ 423.15 por los sudados $273.48, el salario de un barrendero? ¿Cómo disminuirá el promedio de los 50 mil brasileros asesinados por año, cuándo el gobierno de Lula ofrece tantos incentivos?
Para el barrendero debe ser muy desalentador ver asesinos, que sin trabajar, reciben el doble de lo que él recibe por un trabajo tan sudado. Y por encima, el 40% de sus ingresos pagará la elevada cuenta de la "ayuda por prisión”. Súmele a eso, la fuerte ayuda económica del gobierno federal para los desfiles gay y programas pro aborto, y seremos testigos de que el desánimo del barrendero se convertirá en depresión, con alto riesgo de suicidio — a menos que haga lo que hizo Tiradentes.
El ladrón estatal portugués del ayer es hoy el estado brasilero; ladrón que roba por partida doble. Si Tiradentes viviera en nuestra época, ¿renunciaría a su libertad para ser un esclavo y un felpudo del gobierno brasilero?
Levantarnos y movilizarnos contra la explotación por medio de los impuestos en Brasil es, como estaría totalmente de acuerdo Tiradentes, una obligación moral de todos los brasileños.

Por Julio Severo

Masacre en una base militar causada por un musulmán

Mientras América permanece ciega ante la amenaza latente del Islam y aun no ha despertado a la realidad de que un musulmán no tiene lealtades hacia nada ni nadie que no sea su religión y el odio que ella genera naturalmente, un oficial militar musulmán acaba de matar a 13 y herir a una treintena de sus compañeros de armas en Fort Hood, Texas. Dado el alto número de víctimas, hay quienes sospechan que más de una persona participó en el ataque. Aun si se tratara de un atacante solitario, el atentado tiene todas las características de ser premeditado. Los medios de comunicación, haciendo gala de su ingenuidad y su vena liberal, siguen difundiendo la noción de que la masacre fue el resultado de un hombre que perdió la razón, mientras que ignora olímpicamente la conexión con el Islam. ¡Voila! Mientras escribo estas líneas Fox News reporta que el día anterior, el asesino regaló sus muebles a los vecinos al tiempo que les obsequiaba con copias del Corán.
A medida que las horas pasan se va recabando más información sobre el terrorista de turno, Mayor Nidal Malik Hasán. Varios compañeros del ejército reportan que Hasán venía haciendo numerosos comentarios sobre el derecho de los musulmanes de luchar contra el agresor (los EEUU), su oposición a la presencia de EEUU en Irak y Afganistán y su convicción de que los musulmanes no deberían luchar contra otros musulmanes. Esto explica su disgusto cuando recientemente se le comunicó que había sido designado para desempeñar tareas en Irak.
World Net Daily reporta que un número creciente de musulmanes nacidos en los EEUU ha ingresado a las fuerzas armadas estadounidenses, ya sea como soldados o contratistas civiles, con el objetivo de socavar la institución y ayudar a los terroristas. De acuerdo con un explosivo nuevo libro, Mafia Musulmana: Dentro del Bajo Mundo Secreto que Conspira para Islamizar a América (traducción del inglés), Hasán es solamente la punta del témpano de la Quinta Columna de yihadistas existente dentro de los rangos militares, cuya cúpula es o muy ciega o muy estúpida para no detectar la amenaza.
El libro cita un informe militar reconociendo que esta Quinta Columna ha infiltrado “todas las ramas de las fuerzas armadas”, y hasta el campo de detención de Guantánamo, Cuba. Varios traductores y capellanes árabes han sido detenidos acusados de integrar una red de espías que han ocultado información de inteligencia obtenida de los prisioneros, entregado notas escondidas en las páginas del Corán a los terroristas prisioneros, adiestrado a los prisioneros para promover quejas de abuso físico contra sus interrogadores, y se han contactado con terroristas mientras viajaban alrededor de los EEUU. El reporte militar sugiere firmemente, de acuerdo con el libro, que espías musulmanes han penetrado prácticamente todas las agencias de seguridad del país.
La perspectiva no es alentadora, hay 15.000 musulmanes sirviendo en el ejército americano. Algunos de ellos ya han cometido atentados mortales contra sus compañeros de armas en suelo americano y territorio extranjero. Nadie puede decir que no ha habido señales de aviso. En el caso de Hasán, los antecedentes no pueden ser más evidentes. De acuerdo con el coronel Lee, quien fue entrevistado por la cadena Fox, Hasán se alegró sumamente cuando un musulmán disparó contra dos soldados en una estación de reclutamiento en Little Rock, Arkansas, el verano pasado. Hasán dijo, según Lee, “Quizá deberíamos tener más de este tipo de personas. Quizá tendrían que ponerse chalecos bombas e ir a los centros comerciales de las ciudades”.
A medida que escribo estas notas estoy escuchando las conferencias de prensa de diferentes altos oficiales militares y me asombro ante su negativa de asociar el atentado con la religión del Islam, aun ante las preguntas incisivas de la prensa. Tanta idiotez no puede ser real, pero pensándolo bien se ajusta a la política liberal de no ofender a ningún grupo religioso (con excepción del Cristianismo, por supuesto). ¡Cuán diferente fueron las cosas durante la Segunda Guerra Mundial! El gobierno japonés, como parte de su guerra contra los EEUU, tomó ventaja de la política de “puertas abiertas” de la nación y envió miles de agentes secretos posando de simples inmigrantes. Estos inmigrantes profesaban una devoción fanática hacia el emperador Hiro-Hito y la religión Sintoísta tan intensa como la de aquellos pilotos japoneses conocidos como Kamikaze, o los civiles que se ataban bombas a sus cuerpos y atacaban blancos de guerra americanos. Los americanos eran considerados cristianos y eran objeto de odio. La religión del dios-emperador era superior a la religión del carpintero crucificado.
Mientras que estos japoneses viviendo en los EEUU aparentaban ser gente amable y pacífica, la mayoría de los templos de Sinto en la Unión Americana albergaban células terroristas organizadas por el gobierno de Japón. La libertad de religión fue usada para desarrollar actividades subversivas contra el gobierno americano. El dinero necesario para solventar estas actividades era canalizado a través de ciudadanos americano-japoneses y consorcios del imperio.
¿Cuál fue la reacción del gobierno americano? ¿Acaso declaró que el Sintoísmo era una religión de paz? ¿Que los terroristas habían pervertido y secuestrado el Sintoísmo? ¿Que no se debía discriminar a los pacíficos ciudadanos japoneses? ¿Amenazó con enjuiciar a los ciudadanos americanos que hicieran comentarios negativos acerca del Sinto y sus seguidores? ¡No! El presidente y sus asesores militares comprendieron que la raíz del problema era la religión de los japoneses. Inmediatamente tomaron la decisión de que agentes federales allanaran los templos Sinto, confiscaran todos los registros encontrados, y apresaran a todos los agentes japoneses,
Tantos americano-japoneses estaban involucrados en actividades sediciosas o manifestaban sentimientos antiamericanos que no se dudó un momento en internar a todos los japoneses en campos especiales. Hoy a la distancia es muy fácil criticar estas medidas del gobierno, pero en realidad se hizo lo necesario para proteger las vidas y las propiedades de los habitantes de la nación. Si los japoneses no hubieran sido ubicados en estos campos de concentración, sólo Dios sabe el caos y el horror que pudieron haber causado con sus actos de terrorismo. Al gobierno americano le importó un rábano ofender los sentimientos y el orgullo de los japoneses, e ignoró magistralmente las críticas, protestas y perogrulladas sentimentales de los desubicados liberales, quienes aun hoy son impotentes para combatir la amenaza del terrorismo.
El gobierno americano de hoy ha sido intimidado por los activistas sociales y políticos de la izquierda. Los políticos se acobardan ante las amenazas de las organizaciones civiles musulmanas, que no son más que frentes para encubrir actividades pro-terroristas. Si lo duda, lea los informes de las agencias de inteligencia americana. A pesar de la realidad han decidido no hacer nada mostrando así su incompetencia para proteger a los habitantes y el suelo americano. Las autoridades de inmigración prefieren encarnizarse contra los latinos sin residencia legal y continúan haciendo redadas contra un pueblo hispano que viene a este país a trabajar y encontrar un estilo de vida decente para sus familias. Es más fácil exiliar gente pacífica como los hispanos, mientras se les concede visas a los inmigrantes provenientes de las naciones donde impera la retrógrada religión del Islam.

Por Pablo Santomauro: Centro de Investigaciones Religiosas